jueves, 2 de diciembre de 2010

LOS TOROS

Los Toros



Cuando yo era pequeña pensaba que los toros nos habían hecho algo malo. Pensé que eran seres demoníacos o asesinos y que por eso los matábamos. Sin embargo eso no explicaba el por qué los mataban en un especie de circo con gente riendo y aplaudiendo a su alrededor, mientras un hombre vestido de árbol de navidad ondeaba una capa. Pensé que realmente nos habían hecho algo muy malo.



Luego crecí y no podía creer que eran asesinados tan cruelmente por una tradición, cultura, y todas esas palabras que han sido ensuciadas con sangre para justificar eso mismo, la sangre.



Se defienden y dicen que esos toros “han nacido, y han sido criados para morir en el ruedo” Es como si los camioneros que atropellan a los perritos callejeros dijeran que “ellos nacieron y crecieron para ser atropellados”. Son animales, no tienen conciencia de que están siendo criados para asesinarlos, si así fuera seguramente huirían. Ellos no tienen problemas “personales” con el torero, él no se metió con su vaca ni él con su mujer. No lo quieren matar, no entienden porque usa ese traje ridículo y menos por qué millones de personas lo observan.



Y si es verdad, yo como carne, de pollo, de chancho, de vaca y quizá alguna vez hasta de cuy. Pero la diferencia radica en que los animales que me como no murieron con sufrimiento, nadie se guardo un pedazo de ellos como un trofeo y no lo asesinaron a ojos de centenares de personas en proceso de alcoholización.



A las mujeres que van para ver a los españoles, en realidad, no tienen que ir solo por eso. Podrían leer Mens Health. Si lo que quieren es ver sangre, compren el EXTRA y listo. Si lo que quieren es embriagarse con un buen pretexto, peléense con su novia. Y si lo que quieren es disfrazase de vaqueros y vaqueras sexis, esperen para el siguiente Halloween.



Ayer me decidí a abrir mi mente y ver el arte taurino, así que no comí todo el día para no vomitar. Sintonicé el canal en el horario estelar en que pasan el resumen de las corridas. Gracias a Dios soy una persona perseverante porque si no no hubiese podido terminar de verlo. Incluso tomé nota de los comentarios, entre los más pintorescos están:

-“El toro no respetó el toque de la muleta” Toque y muleta debe estar en el diccionario Taurino. Ahora, el principio básico es que el respeto no se exige, se gana. Cómo algo que hace daño, hiere y lastima podría ser respetado por un animal bobino?



-“Momentos difíciles de esa corrida” Decían, mientras yo solo veía a un animal asustado, defendiéndose como podía, empujando con su único mecanismo de defensa a quien lo provocaba y maltrataba. Estaba “dándole una cornada al torero”. Díficiles? Yo diría los únicos segundos medio justos. Digo, es lo mínimo que podríamos esperar, que el toro use sus cachos (limados) como pueda.



-“No podemos irnos sin dejarles esas imágenes maravillosas” Mientras pasaban la estocada, las banderillas y más, el toro vomitando sangre. Dejando de lado que ese era como el noveno “maravilloso” de la maravillosa presentadora en menos de 5 maravillosos minutos; Qué tiene de maravilloso un animal desangrándose sobre la tierra con ganchos clavados en su lomo?



-“Jugándose la vida” ¿Quién?



El derecho de divertirse haciendo o acudiendo a un espectáculo, termina en el momento en que empieza el derecho a una vida digna del toro. Por eso, yo no digo que no hagan la corrida. Solo pido respeto a la vida. Hagan la corrida, Digan OLE mil veces, pero no los piquen ni los maten. Si lo que quieren es “pelear con los toros” háganlo en igualdad de condiciones. Animal vs. Animal sin espadas ni banderillas. Así como los torneos de artes marciales, kick boxing e incluso un vale todo, en que los hombres pelean por su voluntad, consientes de ello y entrenados debidamente. No sé qué tan altas sean sus posibilidades de supervivencia en estas condiciones, pero confío en su amor al arte y la valentía que se jactan tener.